viernes, 4 de julio de 2008

BAÑO DE NOSTALGIA HARD ROCKERA

Anoche acudí a un concierto especial. Durante el día me debatía aún entre presenciar un puñado de canciones que se convirtieron ya hace tiempo en himnos de mi adolescencia, o a la nueva sensación del mundo "indie" británico, el dúo The Ting Tings. Estos últimos actuaban en el Ocho y Medio, junto a la Gran Vía madrileña, en lo que sin duda se iba a convertir en uno de los acontecimientos más "cool" del mes. La nueva sensación musical popera del Reino Unido, que ha mirado cara a cara a los Coldplay o a Madonna en las listas, con su actitud punk medida y sus ritmos desenfadados iban a dejar su huella en la capital...

Pero decidí que no era lo mío. Aunque yo ya no escucho la música de los 80, no sigo lo que hacen esos grupos que nacieron entonces. Prefiero disfrutar de un concierto de Franz Ferdinand, The Gift o The Mars Volta. Pero me lancé a comprar la entrada para otro concierto unas calles más abajo, en la Sala Heineken. Actuaban White Lion, una de las leyendas del hard rock-hair metal de los 80: motos, tías, diversión, cuidadas melenas y mensaje pacifista llenaban las letras de sus canciones. No pude resistirme. No por la música que practicaban y siguen practicando, sino por los recuerdos que sus canciones me traen. Lo confieso: crecí escuchando a estos tipos, a jóvenes con actitud heavy algo descafeinada: Bon Jovi, Skid Row, White Lion, Valentine, Warrant, Slaughter... Entonces esa música sencilla, directa, poco trabajada y simplona en ocasiones me llenaba. Su filosofía era: "vamos a pasarlo bien, la vida es maravillosa, nos gusta la juerga, hay que luchar por aquello en lo que crees, paz en el mundo y abajo las guerras...". Y eso, para un soñador adolescente desubicado como era yo era una motivación extra.

Así que ayer llevé a cabo un ejercicio de nostalgia, me emocioné con los estribillos “singalong” de melodías pegadizas, edulcoradas y facilonas, y salté y disfruté con los guitarrazos melena al viento de la banda.

Una banda, eso sí, que no es realmente White Lion. Es su cantante y fundador, Mike Tramp, rodeado de nuevos músicos, bastante competentes, muy a la antigua usanza. Por cierto, y ahí va el toque hortera (aún más hortera) y freaky del post: Mike Tramp es en realidad danés, y emigró a EEUU en los 80 para probar suerte en la música. Antes de todo eso, tuvo su aventura española. Su grupo entonces era MABEL, y tuvo un relativo éxito en España, incluso cantando en nuestro idioma y actuando en famosos programas de televisión:

Ayer, Mike habló mucho en español… y en la parte final del concierto, toda la banda salió al escenario con las camisetas de la selección española. Dijo Mike: “Dentro de dos años… ¡Campeones del Mundo!”

No me ruboriza confesarlo: estoy seguro de que acerté en mi elección. Me lo pasé como un niño… ¿qué digo? Me lo pasé como un adolescente sin preocupaciones y con ganas de comerse el mundo. ¿Hay algo de malo en ello? Los Ting Tings pueden esperar.

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