sábado, 2 de agosto de 2008

EL ESPECTÁCULO ENMASCARADO

CRÓNICAS MEXICANAS DE LUCHA. "A dos de tres caídas... sin límite de tiempo..."

El espectáculo está en plena ebullición. En las gradas, cientos de personas gritan entusiasmadas, extasiadas... Insultan, animan, ríen y dejan salir su rabia contenida. En el ring, seis luchadores, algunos enmascarados, se dan golpes y saltan por los aires haciendo inauditas volteretas. Es un "show" de altura y hay mucho teatro. Pero sobre la lona, entre las cuerdas del cuadrilátero, hay grandes actores-luchadores, y ante todo, buenos atletas.

La siguiente pelea enfrenta a sólo dos luchadores. Uno de ellos, sin máscara, con largos cabellos, realiza algunas de las piruetas luchadoras más espectaculares que se pueden presenciar hoy en día. Quizá esté todo preparado y se peguen poquito, pero no se puede negar su forma física y su preparación atlética.


El público, mientras tanto, aplaude y jalea cada patada, cada llave; los niños se levantan de su asiento y gritan cuando un luchador vuela por en
cima de las cuerdas y cae fuera del ring sobre otro musculoso melenudo. Sus padres insultan. "¡Pendejo! ¡Chinga tu madre!", suelta uno en la primera fila del "gallinero". El Coliseo Arena de México DF es ya toda una fiesta. Está casi lleno, entre 3.000 y 4.000 personas. Es domingo por la tarde y es uno de los momentos más esperados de la semana para la mayoría. Aquí se divierten y desconectan de sus rutinas. Y forman parte de uno de los espectáculos más populares de México: la lucha libre. Levanta tantas pasiones como el fútbol. Y crea ídolos y leyendas. Como la estrella de esta tarde.

Es el momento culminante. Serán tres luchadores contra tres, a dos de tres caídas, sin límite de tiempo. En los altavoces del Coliseo suenan los temas que cada uno escoge para animar su entrada, mientras el público los jalea o rechaza con alaridos de todo tipo. Y entonces, invade el lugar una canción de La Quinta Estación ("Me muero") y baja la rampa directo al ring la estrella de la noche: Místico.



Es uno de los ídolos de la lucha actual en México. Su leyenda no llega a la del mítico Santo, uno de los héroes nacionales, pero es capaz de generar esa pasión que este deporte necesita para seguir siendo algo más que un espectáculo.

En la calle, cuando acaba la tarde de lucha, decenas de puestos venden las máscaras de los luchadores más famosos y aclamados, vídeos y camisetas. Y los asistentes ya piensan en el boleto que comprarán la semana que viene para vivir otras dos horas de diversión y peleas, un espectáculo que lleva casi un siglo con ellos y es ya una parte esencial de la sociedad mexicana. Algunas de las máscaras y camisetas más vendidas siguen siendo las del Santo (El enmascarado de plata), que falleció a comienzos de los 80. Dejó tras de sí inolvidables peleas, cómics inspirados en su leyenda y populares películas mexicanas de serie B.


RECOMENDACIÓN MUSICAL: Austin TV, una de las bandas más imaginativa de México. Post rock/indie pop de calidad. En la estela de Mogwai, Sigur Ros o Radiohead... completamente instrumentales.




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